UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA
FACULTAD DE DERECHO
PROFESORADO EN CIENCIAS JURÍDICAS
MATERIA: FILOSOFÍA Y ÉTICA DE LA EDUCACIÓN
SEGUNDO PARCIAL
TÍTULO: Los supuestos “nativos digitales” frente a la
educación moderna
Docente
Titular: Dr. Armando S. Andruet (h)
Docentes
Adjuntos: Mg. Ab. Paula Gastaldi y Dr. Matías Parmigiani
Alumna: Lía Noemí Huanca
Año: 2022
1.
Introducción
El recurso que se utilizará en este trabajo es una imagen que representa
a los niños o jóvenes y su relación con la tecnología. En el dibujo se puede
apreciar dos niños o jóvenes que tienen un grillete y se ven arrastrando una
computadora. Se encuentran atados a un dispositivo tecnológico, y no se
muestran felices por esta situación. Uno mira con resignación la computadora y
otro se muestra sorprendido. No es un grupo de niños o jóvenes atados a una
computadora, sino que cada uno está encadenado de forma individual. Es un peso
que debe soportar solo.
Lo que una computadora representa hoy en día, es un presente próspero en
tecnología y una puerta hacia un mundo mucho más grande de lo que podemos
imaginar. Desde el hardware hasta el software, que se conocía en las
generaciones pasadas, ha ido mutando hasta lograr grandes invenciones como
robots, que en películas ya se preveían, hasta lo más reciente, el metaverso.
Actualmente, las escuelas buscan hacer uso de la tecnología y se
encuentran con el deber de formar a “nativos digitales”. ¿Qué se espera del
niño o joven que nació en esta época que revosa de tecnología?
En cada evento de inteligencia artificial se escuchan reproches a los
“nativos digitales” por desconocer los grandes avances o por no haberse
“resignado” al uso de éstas en todas las áreas de su vida. La generación pasada
mira a los jóvenes y se preguntan: “¿Cómo es posible que éstos no conozcan el
uso de ésta herramienta si son nativos digitales?”. Incluso sus pares generacionales
realizan el mismo reproche diciendo “si es fácil”. Ambos realizan un
juzgamiento prematuro a las situaciones que viven los “nativos digitales”.
En este trabajo nos preguntaremos si la educación moderna se encuentra frente
a alumnos que son “nativos digitales” o simplemente se encuentran ante meros
consumidores o si estos términos son sinónimos, y cómo debe actuar en
consecuencia.
2.
El consumismo detrás del término “nativo digital” y la
educación
Se entiende por “nativos digitales” a aquellos personas que nacen
rodeados de tecnología y en consecuencia, se presume que conocen cómo funcionan
los dispositivos tecnológicos y se espera que la utilicen en sus vidas diarias.
Se ha englobado a todo una generación como “nativos digitales” pese a
que no es cierto que todos tengamos el mismo acceso a esos recursos. En Argentina,
más del 50% de los niños son pobres[1].
¿Cuántos niños crecen rodeados de tecnología? O aún sí la poseen, ¿cuántos deben
saber cómo utilizarlo correctamente?
La tecnología que usamos diariamente, los que contamos con recursos, está
limitada a ciertos productos que son populares como por ejemplo, los smatphones, smartwatchs, smart tv, entre
otros. Nuestros conocimientos sobre la misma, también, es limitada.
La pandemia obligó a las personas a proveerse de más dispositivos y demostró
la necesidad de capacitarnos para poder utilizarlos y “reemplazar” la modalidad
presencial por una virtual. Algunos pudieron capacitarse, pero esa no es la
regla. La regla imperante, hoy en día, es la ignorancia de cómo funciona los
dispositivos que nos son familiares. Esto se ve claramente reflejado en el
aumento de delitos informaticos contra toda la población[2]. Aún
conociendo los peligros que conlleva navegar en internet, se expone a los niños
a la tecnología y se presume que por ser “nativos digitales” pueden protegerse por
sí mismos.
Si un niño o jóven puede fácilmente usar la tecnología es porque la
persona que creó tal dispositivo trabajó arduamente para que todos pudieran
usarlo fácilmente y no porque el “nativo digital” es un ser de otro planeta con
habilidades extraordinarias.
Los “nativos digitales” no nacen con los conocimientos necesarios para
protegerse de los peligros que ofrece el mundo virtual ni tampoco con los
conocimientos para poder explotar a su favor dichas herramientas. Sino que se
encuentran con la “tarea” de ser, en este caso, ser “nativos digitales”. En
esta modernidad líquida, se hace “responsables a los actores de la realización de
esta tarea y de las consecuencias (así como de los efectos colaterales) de su
desempeño” (Bauman, 2002, p.37). Es decir, cada “nativo digital” deberá
capacitarse para serlo.
El mundo del internet ofrece un sín fin de opciones para explorar y
consumir. “La desdicha de los consumidores deriva del exceso, no de las escasez
de opciones”(Bauman, 2002, p.69).
Cuando se dice “ellos son nativos digitales” se espera un consumismo de
herramientas tecnológicas. Un nativo digital sin tecnología no es un nativo
digital, ¿cómo podría serlo? Los “nativos digitales” se ven obligados a ser
consumidores, a realizar compras compulsivas de la tecnología que se espera que
deben tener y manejar. Bauman (2002, p. 87) explica que los consumidores hacen
compras cumpulsivas diarias porque “quieren estar seguros, confiados,
confirmados, y la virtud que encuentran en los objetos cuando salen de compras
es que en ellos (o así parece, al menos por un tiempo) hallan una promesa de
certeza”. Cada producto consumido, es una confirmación de su etiqueta y un
cumplimiento a su tarea.
La tecnología se vende, no es gratis. Nadie aún tiene derecho, a por
nacer en esta época, a tener un smartphone.
Esa computadora que arrastra el niño en la imagen habrá sido colocada por sus
padres o personas con recursos.
Sólo los más favorecidos podrían estar en contacto con una herramienta
digital y los que son ricos, con la posibilidad de elegir entre múltiples
opciones. Las personas con recursos no sólo tienen la libertad de elegir qué
comprar sino la libertad de soportar las consecuencias de dichas elecciones
(Bauman, 2002, p.96).
3.
La comunidad “digital” y la comunidad educativa
El mundo virtual permite que los netizens[3]
puedan formar partes de diferentes comunidades. Generalmente serán de
comunidades que reflejen sus valores y que satisfagan sus necesidades de
expresión.
En esas comunidades pueden expresar ante cientos de extraños sus
pensamientos, sus acciones, sus gustos y demás cuestiones, que pueden llegar a
ser útiles a otros. De esa manera, incluso, pueden terminar convirtiéndose en influencers. Lo privado se hace público.
Como dice Bauman: “Uno de los requisitos que todos deben satisfacer es que
deben-porque “tienen el deber público”- confesar para el consumo público y
exponer sus vidas privadas, una vez reveladas, pueden resultar esclarecedoras o
nada atractivas: no todos los secretos privados sirven de enseñanza para otras
personas” (Bauman, 2002, p.77).
Los influencers son personas
con millones de seguidores. Son famosos por ese simple hecho, tener seguidores.
Ésto puede compararse con lo que Bauman ve como “numerosas autoridades” en el capitalismo
liviano. ¿Por qué son famosos? Porque son “asesores”. “El asesoramiento que
proporcionan los asesores es acerca de la política de vida, no de la Política
con mayúsculas; indican qué es lo que las personas asesoradas pueden hacer por y
para sí mismas, no qué podrían lograr todas juntas para cada una si unieran
fuerzas” (Bauman, 2002, p. 70-71).
Los jóvenes saben que deben seguir modas, muchas de ellas son vendidas
por los influencers. En la Argentina,
tener un Iphone es estar en la moda como en su momento fueron los BlackBerrys.
Lo que es popular dependerá del “anhelo” que se despierte en el consumidor.
Ferguson nos dice que el “deseo” se basa en la comparación, la vanidad, la
envidia y la “necesidad” de autoaprobación; mientras que el “anhelo” no tiene
fundamento, haciendo que la compra sea casual, inesperada y espontánea (Bauman,
2002, p. 82).
El netizen puede cambiar
fácilmente de asesor o influencer ,cuantas
veces quiera. En el mundo virtual se encuentran una multitud de influencers que pueden recomendar cosas
buenas o cosas malas. Es por eso que los gobiernos buscan controlar las redes
sociales y poner limitaciones, como en el caso de China donde se han
establecido restricciones con respecto al contenido que se comparte[4].
Los estudiantes “nativos digitales” se encuentran ante comunidades que
pueden elegir y otras que no, como es la comunidad educativa. Es una comunidad
de la cual no puede salirse fácilmente como lo harían de otras, ya que la
educación es obligatoria. A lo mucho, podrían cambiar de escuela pero seguirían
en una comunidad educativa.
La educación moderna busca incorporar en la enseñanza las herramientas
tecnológicas para hacer “más divertida” la clase. Aunque, también, debería ser
incorporada para que los alumnos le saquen provecho al uso de la tecnología, si
se piensa en los trabajos del futuro, y, a su vez, puedan estar seguros de que
no serán lastimados por extraños en la red. Ya que “sin educación no hay acceso
al empleo. Un nivel educativo inferior disminuye habitualmente las perspectivas
de carrera” (Vazquéz, 2008, p. 214).
Como vimos en la imagen, cada alumno tiene el peso ser un alumno “nativo
digital”. Para poder cumplir esta tarea puede ver lo que realizan sus pares y
reconfortarse en que no es el único con dicha presión. “La única ventaja que
puede ofrecer la compañía de otros que padecen lo mismo es reconfirmar a cada
uno que los demás también luchan diariamente a solas con sus dificultades”
(Bauman, 2002, p.41).
En este contexto, los maestros se encuentran con la tarea de ayudar a
los “nativos digitales” a que cumplan su tarea. Aprenden a manejar diferentes
herramientas y se los comparten a sus alumnos. Sin embargo, son conscientes de
una realidad, no todos sus alumnos tienen las mismos recursos para acceder a la
tecnología, o peor aún, ni ellos mismos pueden acceder a este consumismo
“necesario”. “Los pobres no viven en una cultura diferente de la de los ricos.
Deben vivir en el mismo mundo creado para beneficio de los que tienen dinero.”
(Bauman, 2002, p. 95).
La brecha tecnologica se ve latente en las aulas. En la pandemia, el
gran número que no pudo continuar online
las clases, las perdió. Perdió un año de conocimiento, y si tuvo la suerte de
reincorporarse, volvió a la “competencia despiada” con alumnos que, como
tomaron dichas clases, están más avanzados. Aquí es donde el Estado debe
actuar. Como dice Rodolfo Vázquez (2008, p. 212): “Para proteger y desarrollar
la autonomía de los individuos y contribuir a la igualdad de oportunidades…el
Estado tiene que intervenir en la equitativa distribución de los bienes
básicos”.
Conclusión
1.
Teniendo en cuenta el nivel de pobreza existente en Argentina, los
jóvenes y niños de esta generación no son “nativos digitales”. No toda la
generación actual ha nacido en un entorno con tecnología ni tienen los
conocimientos para desenvolverse plenamente. Si se garantizará la igualdad de
oportunidades, como dice Rawls, todos aquellos con similares capacidades y
habilidades tendrían similares posibilidades de vida (Vazquez, 2008, p. 216).
2.
Sólo los jóvenes y niños de esta generación que tienen los recursos para
acceder a dispositivos digitales y capacitarse en el uso de las mismas pueden
sacar provecho a los avances tecnológicos y ser llamados “nativos digitales”.
3.
Ser “nativo digital” , también, implica ser un consumidor adicto a la
tecnología. No se puede ser “nativo digital” sin tecnología y no se puede
acceder a la tecnología sin invertir enormes sumas de dinero.
4.
Nos encontramos en un mundo consumista que exige a la generación actual
a consumir a toda costa todo tipo de tecnología para incorporarla en su vida
diaria. Los influencers fomentan el
consumismo desmedido y el individualismo.
5.
La educación moderna se encuentra con el dilema de incorporar tecnología
en sus clases pero con alumnos que no poseen los mismos recursos. Esa
desigualdad se encuentra también en los recursos de las escuelas. No todas las
escuelas pueden abastecer sus aulas con dispositivos tecnológicos.
6.
La capacitación que deben tener los “nativos digitales” es cómo sacarle
provecho a los dispositivos, al internet y a las comunidades en que se
incorporan teniendo en miras los trabajos del futuro. Y por otro lado, cómo no
ser un sujeto vulnerable en el uso de las mismas.
7.
El Estado se encuentra con el deber de contribuir a la igualdad de
oportunidades de esta generación catalogada como “nativos digitales”.
Bibliografía
1.
BAUMAN, Z., Modernidad
Liquida, Ed. Fondo de Cultura Económica S.A, Buenos Aires, 2002, Cap. I.
2. VÁZQUEZ,
R., EDUCACIÓN LIBERAL Y DEMOCRÁTICA, en Filosofía de la educación, Edición de
Guillermo Hoyos Vásquez, Editorial Trotta, 2008.
[1] Sticco,
Daniel. (2022). “El dato que más duele: la pobreza infantil ascendió al 50,9% y
afectó a 5,5 millones de menores de 14 años en la primera mitad del año”.
Recuperado de: https://www.infobae.com/economia/2022/09/28/el-dato-que-mas-duele-la-pobreza-infantil-ascendio-al-509-y-afecto-a-55-millones-de-menores-de-14-anos-en-la-primera-mitad-del-ano/
[2] Narosky,
Sol. (2022). “Riesgo es aumento: las denuncias por ciberfraudes aumentaron casi
200% interanual en el primer trimestre”. Recuperado de: https://www.infobae.com/economia/2022/05/04/riesgo-en-aumento-las-denuncias-por-ciberfraudes-aumentaron-casi-200-interanual-en-el-primer-trimestre/
[3] Se hace
referencia a los usuarios de internet.
[4] Del Castillo, Carlos. (2022).
“China impone un código de conducta para influencers tras borrar de las redes a
los tres más famosos”. Recuperado de: https://www.eldiarioar.com/tecnologia/china-impone-codigo-conducta-influencers-borrar-redes-tres-famosos_1_9153888.html
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