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sábado, 12 de noviembre de 2022

Los supuestos “nativos digitales” frente a la educación moderna

UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA

FACULTAD DE DERECHO

PROFESORADO EN CIENCIAS JURÍDICAS

MATERIA: FILOSOFÍA Y ÉTICA DE LA EDUCACIÓN

 

 

 

 

SEGUNDO PARCIAL

TÍTULO: Los supuestos “nativos digitales” frente a la educación moderna

 

 

 

 

 

 

 

 

Docente Titular: Dr. Armando S. Andruet (h)

Docentes Adjuntos: Mg. Ab. Paula Gastaldi y Dr. Matías Parmigiani

Alumna: Lía Noemí Huanca

Año: 2022

1.      Introducción

 

El recurso que se utilizará en este trabajo es una imagen que representa a los niños o jóvenes y su relación con la tecnología. En el dibujo se puede apreciar dos niños o jóvenes que tienen un grillete y se ven arrastrando una computadora. Se encuentran atados a un dispositivo tecnológico, y no se muestran felices por esta situación. Uno mira con resignación la computadora y otro se muestra sorprendido. No es un grupo de niños o jóvenes atados a una computadora, sino que cada uno está encadenado de forma individual. Es un peso que debe soportar solo.

Lo que una computadora representa hoy en día, es un presente próspero en tecnología y una puerta hacia un mundo mucho más grande de lo que podemos imaginar. Desde el hardware hasta el software, que se conocía en las generaciones pasadas, ha ido mutando hasta lograr grandes invenciones como robots, que en películas ya se preveían, hasta lo más reciente, el metaverso.

Actualmente, las escuelas buscan hacer uso de la tecnología y se encuentran con el deber de formar a “nativos digitales”. ¿Qué se espera del niño o joven que nació en esta época que revosa de tecnología?

En cada evento de inteligencia artificial se escuchan reproches a los “nativos digitales” por desconocer los grandes avances o por no haberse “resignado” al uso de éstas en todas las áreas de su vida. La generación pasada mira a los jóvenes y se preguntan: “¿Cómo es posible que éstos no conozcan el uso de ésta herramienta si son nativos digitales?”. Incluso sus pares generacionales realizan el mismo reproche diciendo “si es fácil”. Ambos realizan un juzgamiento prematuro a las situaciones que viven los “nativos digitales”.

En este trabajo nos preguntaremos si la educación moderna se encuentra frente a alumnos que son “nativos digitales” o simplemente se encuentran ante meros consumidores o si estos términos son sinónimos, y cómo debe actuar en consecuencia.

2.      El consumismo detrás del término “nativo digital” y la educación

Se entiende por “nativos digitales” a aquellos personas que nacen rodeados de tecnología y en consecuencia, se presume que conocen cómo funcionan los dispositivos tecnológicos y se espera que la utilicen en sus vidas diarias.

Se ha englobado a todo una generación como “nativos digitales” pese a que no es cierto que todos tengamos el mismo acceso a esos recursos. En Argentina, más del 50% de los niños son pobres[1]. ¿Cuántos niños crecen rodeados de tecnología? O aún sí la poseen, ¿cuántos deben saber cómo utilizarlo correctamente?

La tecnología que usamos diariamente, los que contamos con recursos, está limitada a ciertos productos que son populares como por ejemplo, los smatphones, smartwatchs, smart tv, entre otros. Nuestros conocimientos sobre la misma, también, es limitada.

La pandemia obligó a las personas a proveerse de más dispositivos y demostró la necesidad de capacitarnos para poder utilizarlos y “reemplazar” la modalidad presencial por una virtual. Algunos pudieron capacitarse, pero esa no es la regla. La regla imperante, hoy en día, es la ignorancia de cómo funciona los dispositivos que nos son familiares. Esto se ve claramente reflejado en el aumento de delitos informaticos contra toda la población[2]. Aún conociendo los peligros que conlleva navegar en internet, se expone a los niños a la tecnología y se presume que por ser “nativos digitales” pueden protegerse por sí mismos.

Si un niño o jóven puede fácilmente usar la tecnología es porque la persona que creó tal dispositivo trabajó arduamente para que todos pudieran usarlo fácilmente y no porque el “nativo digital” es un ser de otro planeta con habilidades extraordinarias.

Los “nativos digitales” no nacen con los conocimientos necesarios para protegerse de los peligros que ofrece el mundo virtual ni tampoco con los conocimientos para poder explotar a su favor dichas herramientas. Sino que se encuentran con la “tarea” de ser, en este caso, ser “nativos digitales”. En esta modernidad líquida, se hace “responsables a los actores de la realización de esta tarea y de las consecuencias (así como de los efectos colaterales) de su desempeño” (Bauman, 2002, p.37). Es decir, cada “nativo digital” deberá capacitarse para serlo.

El mundo del internet ofrece un sín fin de opciones para explorar y consumir. “La desdicha de los consumidores deriva del exceso, no de las escasez de opciones”(Bauman, 2002, p.69).

Cuando se dice “ellos son nativos digitales” se espera un consumismo de herramientas tecnológicas. Un nativo digital sin tecnología no es un nativo digital, ¿cómo podría serlo? Los “nativos digitales” se ven obligados a ser consumidores, a realizar compras compulsivas de la tecnología que se espera que deben tener y manejar. Bauman (2002, p. 87) explica que los consumidores hacen compras cumpulsivas diarias porque “quieren estar seguros, confiados, confirmados, y la virtud que encuentran en los objetos cuando salen de compras es que en ellos (o así parece, al menos por un tiempo) hallan una promesa de certeza”. Cada producto consumido, es una confirmación de su etiqueta y un cumplimiento a su tarea.

La tecnología se vende, no es gratis. Nadie aún tiene derecho, a por nacer en esta época, a tener un smartphone. Esa computadora que arrastra el niño en la imagen habrá sido colocada por sus padres o personas con recursos.

Sólo los más favorecidos podrían estar en contacto con una herramienta digital y los que son ricos, con la posibilidad de elegir entre múltiples opciones. Las personas con recursos no sólo tienen la libertad de elegir qué comprar sino la libertad de soportar las consecuencias de dichas elecciones (Bauman, 2002, p.96).

3.      La comunidad “digital” y la comunidad educativa

El mundo virtual permite que los netizens[3] puedan formar partes de diferentes comunidades. Generalmente serán de comunidades que reflejen sus valores y que satisfagan sus necesidades de expresión.

En esas comunidades pueden expresar ante cientos de extraños sus pensamientos, sus acciones, sus gustos y demás cuestiones, que pueden llegar a ser útiles a otros. De esa manera, incluso, pueden terminar convirtiéndose en influencers. Lo privado se hace público. Como dice Bauman: “Uno de los requisitos que todos deben satisfacer es que deben-porque “tienen el deber público”- confesar para el consumo público y exponer sus vidas privadas, una vez reveladas, pueden resultar esclarecedoras o nada atractivas: no todos los secretos privados sirven de enseñanza para otras personas” (Bauman, 2002, p.77).

Los influencers son personas con millones de seguidores. Son famosos por ese simple hecho, tener seguidores. Ésto puede compararse con lo que Bauman ve como “numerosas autoridades” en el capitalismo liviano. ¿Por qué son famosos? Porque son “asesores”. “El asesoramiento que proporcionan los asesores es acerca de la política de vida, no de la Política con mayúsculas; indican qué es lo que las personas asesoradas pueden hacer por y para sí mismas, no qué podrían lograr todas juntas para cada una si unieran fuerzas” (Bauman, 2002, p. 70-71).

Los jóvenes saben que deben seguir modas, muchas de ellas son vendidas por los influencers. En la Argentina, tener un Iphone es estar en la moda como en su momento fueron los BlackBerrys. Lo que es popular dependerá del “anhelo” que se despierte en el consumidor. Ferguson nos dice que el “deseo” se basa en la comparación, la vanidad, la envidia y la “necesidad” de autoaprobación; mientras que el “anhelo” no tiene fundamento, haciendo que la compra sea casual, inesperada y espontánea (Bauman, 2002, p. 82).

El netizen puede cambiar fácilmente de asesor o influencer ,cuantas veces quiera. En el mundo virtual se encuentran una multitud de influencers que pueden recomendar cosas buenas o cosas malas. Es por eso que los gobiernos buscan controlar las redes sociales y poner limitaciones, como en el caso de China donde se han establecido restricciones con respecto al contenido que se comparte[4].

Los estudiantes “nativos digitales” se encuentran ante comunidades que pueden elegir y otras que no, como es la comunidad educativa. Es una comunidad de la cual no puede salirse fácilmente como lo harían de otras, ya que la educación es obligatoria. A lo mucho, podrían cambiar de escuela pero seguirían en una comunidad educativa.

La educación moderna busca incorporar en la enseñanza las herramientas tecnológicas para hacer “más divertida” la clase. Aunque, también, debería ser incorporada para que los alumnos le saquen provecho al uso de la tecnología, si se piensa en los trabajos del futuro, y, a su vez, puedan estar seguros de que no serán lastimados por extraños en la red. Ya que “sin educación no hay acceso al empleo. Un nivel educativo inferior disminuye habitualmente las perspectivas de carrera” (Vazquéz, 2008, p. 214).

Como vimos en la imagen, cada alumno tiene el peso ser un alumno “nativo digital”. Para poder cumplir esta tarea puede ver lo que realizan sus pares y reconfortarse en que no es el único con dicha presión. “La única ventaja que puede ofrecer la compañía de otros que padecen lo mismo es reconfirmar a cada uno que los demás también luchan diariamente a solas con sus dificultades” (Bauman, 2002, p.41).

En este contexto, los maestros se encuentran con la tarea de ayudar a los “nativos digitales” a que cumplan su tarea. Aprenden a manejar diferentes herramientas y se los comparten a sus alumnos. Sin embargo, son conscientes de una realidad, no todos sus alumnos tienen las mismos recursos para acceder a la tecnología, o peor aún, ni ellos mismos pueden acceder a este consumismo “necesario”. “Los pobres no viven en una cultura diferente de la de los ricos. Deben vivir en el mismo mundo creado para beneficio de los que tienen dinero.” (Bauman, 2002, p. 95).

La brecha tecnologica se ve latente en las aulas. En la pandemia, el gran número que no pudo continuar online las clases, las perdió. Perdió un año de conocimiento, y si tuvo la suerte de reincorporarse, volvió a la “competencia despiada” con alumnos que, como tomaron dichas clases, están más avanzados. Aquí es donde el Estado debe actuar. Como dice Rodolfo Vázquez (2008, p. 212): “Para proteger y desarrollar la autonomía de los individuos y contribuir a la igualdad de oportunidades…el Estado tiene que intervenir en la equitativa distribución de los bienes básicos”.

Conclusión

1.        Teniendo en cuenta el nivel de pobreza existente en Argentina, los jóvenes y niños de esta generación no son “nativos digitales”. No toda la generación actual ha nacido en un entorno con tecnología ni tienen los conocimientos para desenvolverse plenamente. Si se garantizará la igualdad de oportunidades, como dice Rawls, todos aquellos con similares capacidades y habilidades tendrían similares posibilidades de vida (Vazquez, 2008, p. 216).

2.        Sólo los jóvenes y niños de esta generación que tienen los recursos para acceder a dispositivos digitales y capacitarse en el uso de las mismas pueden sacar provecho a los avances tecnológicos y ser llamados “nativos digitales”.

3.        Ser “nativo digital” , también, implica ser un consumidor adicto a la tecnología. No se puede ser “nativo digital” sin tecnología y no se puede acceder a la tecnología sin invertir enormes sumas de dinero.

4.        Nos encontramos en un mundo consumista que exige a la generación actual a consumir a toda costa todo tipo de tecnología para incorporarla en su vida diaria. Los influencers fomentan el consumismo desmedido y el individualismo.

5.        La educación moderna se encuentra con el dilema de incorporar tecnología en sus clases pero con alumnos que no poseen los mismos recursos. Esa desigualdad se encuentra también en los recursos de las escuelas. No todas las escuelas pueden abastecer sus aulas con dispositivos tecnológicos.

6.        La capacitación que deben tener los “nativos digitales” es cómo sacarle provecho a los dispositivos, al internet y a las comunidades en que se incorporan teniendo en miras los trabajos del futuro. Y por otro lado, cómo no ser un sujeto vulnerable en el uso de las mismas.

7.        El Estado se encuentra con el deber de contribuir a la igualdad de oportunidades de esta generación catalogada como “nativos digitales”.

Bibliografía

1.        BAUMAN, Z., Modernidad Liquida, Ed. Fondo de Cultura Económica S.A, Buenos Aires, 2002, Cap. I.

2.    VÁZQUEZ, R., EDUCACIÓN LIBERAL Y DEMOCRÁTICA, en Filosofía de la educación, Edición de Guillermo Hoyos Vásquez, Editorial Trotta, 2008.



[1] Sticco, Daniel. (2022). “El dato que más duele: la pobreza infantil ascendió al 50,9% y afectó a 5,5 millones de menores de 14 años en la primera mitad del año”. Recuperado de: https://www.infobae.com/economia/2022/09/28/el-dato-que-mas-duele-la-pobreza-infantil-ascendio-al-509-y-afecto-a-55-millones-de-menores-de-14-anos-en-la-primera-mitad-del-ano/

[2] Narosky, Sol. (2022). “Riesgo es aumento: las denuncias por ciberfraudes aumentaron casi 200% interanual en el primer trimestre”. Recuperado de: https://www.infobae.com/economia/2022/05/04/riesgo-en-aumento-las-denuncias-por-ciberfraudes-aumentaron-casi-200-interanual-en-el-primer-trimestre/

[3] Se hace referencia a los usuarios de internet.

[4] Del Castillo, Carlos. (2022). “China impone un código de conducta para influencers tras borrar de las redes a los tres más famosos”. Recuperado de: https://www.eldiarioar.com/tecnologia/china-impone-codigo-conducta-influencers-borrar-redes-tres-famosos_1_9153888.html